Es increíble lo rápido que pasa el tiempo y la forma en cómo vamos cambiando y no solo por lo físico sino en conocimiento, espiritualidad y gustos, hoy quiero dedicar este post a una de las personas más importantes en mi vida, alguien que sin saberlo me ha enseñado mucho y me ha hecho crecer y ver la vida diferente, y es que a su corta edad (16) me ha enseñado a amar incondicionalmente, a qué no importa si no se ven demasiado o poco el amor sigue intacto, a luchar por tus sueños por más locos que estos sean a que la vida es una canción y la debemos vivir cantando (aunque yo no cante mucho jeje) a respetar a los demás (sus gustos, su forma de ser o pensar), hoy quiero dedicar este post a mi pequeña (ya no tan pequeñita) Andrea, mi sobrina que este día cumple sus 16 años.
Desde que te conocí un 21 de junio (o más bien 22) de 2004 hubo una pequeña conexión entre tu y yo, supe desde ese momento qué te iba a quererte demasiado y qué ese bodoquito llegaría y llegarás a ser tan grande como desees, poco después te fuiste a Guate por muchos años pero aun que solo te mire un par de veces en ese tiempo la conexión seguía ahí tan especial como el primer día, luego regresaste y fue mágico, te mire casi a diario, jugábamos, pintábamos incluso fuimos científicas e inventamos muchas cosas, conocimos lugares impresionantes, vivimos la magia de Disney, lloraste y te consolé, te cociné cupcakes, comimos mucho y las películas nunca faltaron, hoy eres un año más grande y aunque no nos frecuentamos mucho mi amor por ti sigue igual qué ese día que te conocí quizá un poco más, hoy eres una señorita con luz propia y un corazón enorme.
Deseo que tu vida esté llena de cosas buenas, sé que muchas veces las cosas no van a salir como uno desea o imprevistos que nos cambiaran por completo nuestros planes, pero son esos momentos en la vida los que nos ayudan a crecer y forjarnos como personas, nunca reniegues o te quejes de las cosas malas porque de ellas aprendemos y vive al máximo todos los momentos felices, atesorarlos y cuando estés triste sácalos de tu cajita de recuerdos para que te saquen una sonrisa, por último y no menos importante ten siempre a Dios como tu guía porque con él en tu vida ninguna pelea será difícil de vencer.
Recuerda que en mi tendrás siempre no solo a una tía que te ama hasta la luna (pero de júpiter) y de regreso qué siempre estará para ti en cualquier momento.
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